Hace exactamente diez años que los profesores C. K. Prahalad y Stuart L. Hart
publicaron el artículo: “La Fortuna en la Base de la Pirámide (BoP)”,
que sirvió como semilla para la creación de una corriente de pensamiento,
teoría y práctica sobre cómo el sector privado aporta mecanismos de acceso a
mercado para más de 4.000 millones de personas que viven en condiciones de
pobreza moderada y pobreza extrema, y que representan la base de la llamada
pirámide de ingresos.
Textualmente, durante el primer trimestre de 2002, ambos
académicos escribían: “Los mercados de menores ingresos representan una
prodigiosa oportunidad para que las empresas del sector privado puedan buscar
oportunidades rentables, y que al mismo tiempo representen prosperidad para las
aspiraciones de los pobres”.
Posteriormente,
en 2005, el profesor C. K. publicó el libro La Fortuna en la Base de la Pirámide: Erradicando la pobreza a
través de oportunidades rentables, que sirvió de base y ejemplos
para miles de empresas en el mundo, agencias de cooperación, bancos de
desarrollo, ONG e investigadores. Si bien el Prahalad falleció inesperadamente
en 2010, sus publicaciones e ideas siguen inspirando a miles de personas en
América Latina, Asia y África, cuyas poblaciones concentran altos índices de
pobreza. A manera de resumen, desde la información secundaria y también desde
la experiencia personal, se hacen evidentes los siguientes avances en este
apasionante tema:
Críticas y enfoques. Sin duda que, a primera vista, el concepto de desarrollo de
mercados en las comunidades de bajos ingresos produce suspicacia, porque el
sector del desarrollo ha estado marcado por corrientes de pensamiento
paternalistas, altamente subsidiadas y con escaso contacto con los llamados
mecanismos de mercado. Sin embargo, cabe recalcar que muchas de las críticas
publicadas y difundidas están relacionadas principalmente con el real tamaño de
la población pobre del mundo, y también sobre el enfoque de la creación de
mercados de consumo en dichos segmentos.
Oportunidades económicas para la BoP. Si bien los casos más desarrollados están en la segmentación de
la BoP como potencial mercado de consumo, los casos y experiencias de la
Base de la Pirámide como proveedores, distribuidores, trabajadores vienen
representando oportunidades económicas reales, no sólo de acceso a mercado,
sino también de incrementos reales en los niveles de ingreso.
Movilización de recursos. La introducción de herramientas de
mercado cuantitativas y cualitativas ha logrado movilizar recursos de
cooperación, inversiones empresariales, creación de fondos de inversión para
mercados BoP, competencias de planes de negocios para emprendedores inclusivos,
entre muchas otras iniciativas que generan sinergias e impacto en la pobreza.
Impactos fuera de la BoP. Los avances en los mercados de la base de la pirámide han
permitido que muchas empresas puedan aplicar dichas experiencias en mercados
desarrollados. Ya existen empresas que demuestran que muchas innovaciones de
bienes y servicios que han funcionado en la BoP también lo han hecho en
mercados de mayores ingresos, especialmente para la reducción de costos y
precios en mercados con entornos recesivos.
Por
último, ¿qué porcentaje de la población
de la BoP ha salido de la pobreza en los últimos diez años, a través de los
mecanismos de mercado? Sin duda, es urgente y
necesario que esta pregunta empiece a ser respondida con bases cuantitativas,
para beneficio de quienes están a favor de estos mecanismos de lucha contra la
pobreza, así como también para los menos entusiastas.
Autor: Daniel Oporto Calderón
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